Fui carne en tu carne y hoy, después de seis décadas, toca despedirme! Cuántas imágenes recorren mi mente, tantas que la tinta sabe a sal al paso de mis letras! Siento orgullo por haber elegido tu vientre y crecer en él! Me nutriste con tu leche, aprendí a caminar de tu mano, compartimos enseñanzas juntos a medida del crecimiento de nuestros roles y, sobre todas las cosas, lo hicimos con muchísimo amor! Por todo esto es que necesité testimoniar lo que siento antes de que se deshoje el calendario del año que armaste tu valija para recorrer los cielos! Cuánto dolor! Con tu martirio a cuestas fuiste quien nos daba fuerza y contención. Cada vez que intenté que tomaras distancia de todo aquello que te hiciera mal me dabas lecciones de vida, señales que hoy puedo verlas nítidamente! Ese bondadoso corazón, latiendo tristezas que nadie logró desterrar, se expresó solitario hasta que decidió callar sin que pudiésemos descifrarlo! Precisamente me hablaste de él en nuestro último contacto antes del silencio "Mi corazón no entiende por qué lo lastiman tanto"! Perdón mamá por no haberlo comprendido, gracias por cada beso y abrazo que nunca dejaste de darme! Te voy a extrañar mucho! Tu hijo querido!
Hugo Accardi
